CARTA ABIERTA A LOS ZIMAPENSES

Somos un pueblo que quiere conservar a toda costa su derecho a una vida digna, protegiendo su salud, su patrimonio familiar, su bienestar y sus raíces.

La prensa local, nacional e internacional, la internet y la misma gente han dado testimonio de cómo estamos a punto de convertirnos en un pueblo condenado a tener como vecino a un confinamiento de residuos peligrosos.

Haciendo cuentas:
Primero la hicieron llamar por su primer nombre “RECICLADORA” y hablaron de sus bondades...
Después, mientras la construían conocimos sus verdaderos apellidos: “RECICLADORA DE RESIDUOS INDUSTRIALES Y PELIGROSOS”.

Hasta entonces el pueblo y las familias zimapenses se dan cuenta de que la amenaza se aproximaba silenciosa a nuestros hogares, desde San Antonio y por todos los caminos de acceso, sinuosos y con un alto índice de accidentes carreteros.

Viendo hacia el futuro surgen muchas preguntas:
¿Alguien ha pensado que un camión con residuos peligrosos puede caer en cualquier curva, y una de esas curvas puede ser la que llevaría a ese transporte directo a la hidroeléctrica Zimapán?
Si un camión transportista de residuos peligrosos se accidenta en la hidroeléctrica Zimapán, se sumergirá en sus aguas
¿Lo hemos pensado ya?
¿Cómo vamos a evitar estos potenciales accidentes y de quién será la responsabilidad si ocurren?
¿Acaso un “ingenuo” transportista de San Antonio, será el responsable de la catástrofe ambiental?
¿cuántos autos, camiones y trailers han caído a la presa llegando por Cadereyta?

Si la recicladora-confinamiento de residuos industriales y peligrosos se instala, transportistas de residuos peligrosos circularán diariamente muy cerca de nosotros.

Imaginemos lo que son cuatro mil toneladas diarias sobre ruedas, por los caminos de acceso a Zimapán, sobre el rodeo, sobre el río Tasquillo, por la Hidroeléctrica Zimapán y por los Mármoles viniendo de la sierra desde Tamazunchale.

Las noticias en Internet cuentan de operaciones de BEFESA en España y hay testimonios de sus instalaciones contaminantes, con derrames al río Tinto y manejo descuidado de residuos. Allá nadie puede detenerlos porque son una corporación muy poderosa, que vale mucho dinero. Además, nadie se puede acercar a sus instalaciones... Igual que aquí.

¿Quien garantiza que ellos van a manejar con responsabilidad los residuos?

Sin duda, un confinamiento de residuos peligrosos necesariamente afectará nuestra calidad de vida.

Si el confinamiento se impone, al desastre de nuestras familias se sumará la perdida del valor de nuestro patrimonio, salud y tranquilidad, uno a uno tendremos que irnos. Mientras, BEFESA sumará ganancias en dólares y se quedará con lo que hoy, todavía, es nuestro.

Para los que no desean tener un confinamiento de residuos peligrosos a cinco, cuatro, tres, dos o un kilómetro de su casa. ¿Cuál es el camino?

¡ACTUAMOS para contener la acción de las autoridades que habían decidido, por nosotros, aceptar la instalación de un confinamiento para recibir cuatro mil toneladas diarias de residuos peligrosos durante los próximos 20, 40 ó 50 años! o ¿EMIGRAMOS? con nuestra familia y memoria.
¿Estamos dispuestos a dejarles nuestra casa, sentimientos, lazos humanos, estabilidad, tierra y todo lo que representa salir de nuestro pueblo?
¿Aceptaremos que nuestro patrimonio familiar pierda su valor porque ahora el pueblo estará a cinco kilómetros en línea recta, pegado a un confinamiento de residuos peligrosos?

Hechos documentados en medios de comunicación nacionales e internacionales describen a nuestras autoridades municipales, estatales y federales, entregando a los españoles el destino y el futuro de nuestro pueblo.

La historia de México en 1521 se repite tristemente en el 2007.

Y a esto le llaman ¿Sustentable?

Es decir que, en su escenario, nosotros deberíamos estar felices por lo que representa el confinamiento y hasta estar agradecidos.
Y como no estamos agradecidos, nuestros representantes electos y funcionarios públicos mandaron a la fuerza de tarea del estado para reprimir en nuestras calles el 2 de diciembre del 2007, con gases lacrimógenos, macanazos y amenazas... Acusando de asociación delictuosa a los que se atrevieron a oponerse y detener el confinamiento. Y planean volver y ponernos a su fuerza de tarea para que cuide que nos quedemos callados.

Zimapense, si dejamos llegar a BEFESA el confinamiento se apropiará de nuestros derechos, hogares, salud y bienestar.
Entonces, ¿Quién será responsable del desastre que viene?
Si el confinamiento llega con todos sus riesgos, tú y yo tendremos responsabilidad por quedarnos cruzados de brazos.
Unos dicen que el confinamiento está a cinco kilómetros, otros dicen que a 11.5 km. Pero, la realidad es que el confinamiento afectará a todos, inclusive a los municipios de paso vía Queretaro, San Luis Potosí e Hidalgo.

¿Quién quiere protagonizar la catástrofe ambiental?
Los de San Antonio solo han visto la cara bonita del proyecto y han aceptado algunas monedas (otra vez "cuentas de vidrio por oro") a cambio de construir su propia auto condena... Sin saberlo, quieren ser los que corran con los riesgos del transporte a lo largo y ancho del país y serán los primeros caídos...
Al inicio los ayudará BEFESA, por supuesto.
Y cuando ya no sirvan a sus intereses los desechará, como lo hace con los RESIDUOS TÓXICOS.
Hasta ahora, San Antonio estrecha la mano de una corporación internacional que gana millones mientras les devuelve centavos. Y, sólo mientras la empresa se instala.
Luego, cuando BEFESA y su empresa de " desarrollo sustentable" estén bien establecidos, los de San Antonio ya no serán útiles y los echarán por las vías legales, siendo contratados por terceros y cualquier beneficio que hoy suena a mucho será poco. Hasta que no les quede nada.

Si BEFESA llega Zimapán y desecha la basura en nuestras tierras, NUESTRO PUEBLO CAERÁ ENFERMO POR LA CONTAMINACIÓN. Por su parte, BEFESA seguirá su camino, buscando otros pueblos pobres para instalarse y seguir sumando millones.
La operación es simple: poca inversión gran utilidad, nosotros perdemos y ellos toman todo.

¡POR NUESTRO DERECHO A UNA VIDA DIGNA EN ZIMAPÁN!

¡LEVANTA LA VOZ!
¡ES AHORA O NUNCA!
¡NO AL CONFINAMIENTO